Este tratamiento no requiere anestesia y se realiza en la consulta. Dura aproximadamente 30 minutos.
Paso 1: Nuestra higienista dental empieza removiendo la placa y el sarro con una máquina de ultrasonidos. Sentirás unas ligeras vibraciones mientras te rocía los dientes con agua. Para retirar los trozos más pequeños de sarro utiliza un “raspador”. Puede sonar doloroso pero usado correctamente no produce molestias.
Paso 2: Una vez hecho esto, procede a pulir los dientes. Usa una pasta especial para repasar todas las piezas dentales, por delante y detrás. Así consigue que se vean más brillantes y los notes más suaves.
Paso 3: Por último, aplica un gel (fluoruro) que ayuda a fortalecer los dientes después de que los ácidos de la bacteria que se encuentran en el sarro y en la placa, han debilitado la superficie de los dientes.